Deseos inteligentes

 
 

Buda dijo: “El mundo está lleno de sufrimiento. El origen y del sufrimiento es el deseo”. Hay dos tipos de deseos: el deseo de cuyo cumplimiento depende mi felicidad y el deseo de cuyo cumplimiento no depende mi felicidad.

Cuando deseas una cosa compulsivamente y pones todas tus ansias de felicidad en ella, te expones a la desilusión de no conseguirla. Se convierte en una cárcel, pues dependes de su cumplimiento. Entonces, tu felicidad o tu sufrimiento es consecuencia directa de aquello.

Si tu felicidad no depende del cumplimiento y te alegras se cumpla o no, eres libre. Estos son los deseos que te estimulan, te sorprenden y son como un juego en el que lo más importante no es ganar o perder, sino sólo jugar. Algunos deseos que te vuelven débil y dependiente, otros te permiten disfrutar, crear, deja ir y celebrar.

Explora tus deseos. ¿Los disfrutas o los sufres?

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