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No-Dualidad

NO HAY CAMINO. "ESTO"  ES HOGAR. PARA NADIE.

Este sitio web y las reuniones de NO-DUALIDAD de Jim Newman comparten un misterio, una paradoja. La paradoja es que ESTO, esta apariencia, no es lo que parece ser. Es y no es. Es la nada siendo algo. Es el vacío que aparece como todo. Está unificado apareciendo como dividido o separado.

Dentro de esta aparente paradoja surge una experiencia. Esa experiencia es, que esta apariencia me está sucediendo a “mí”. Esa experiencia no es paradójica; se siente muy real. No hay espacio, no hay lugar, no hay posibilidad para la realidad, que “esto” no me está pasando a “mi”. Esa experiencia de dualidad es insatisfactoria. Es incómoda. De esa experiencia surge la necesidad de generar un todo, para cubrir el sentimiento de que lo que es, no está completo, para hacer ese sentimiento de lo que no está bien, este bien. De ahí surge la necesidad del bueno y de lo malo, de lo correcto y de lo incorrecto. Así que esta apariencia se convierte en “mi vida”, y mi vida es la necesidad de hacer “esto” mejor, ”esto” bueno, para descubrir o resolver el problema de por qué no siento que está bien, por qué siento que algo anda mal, por eso siento que necesito buscar, encontrar algo más.

Aquí y en las reuniones, habrá un descubrimiento, una revelación, una señal que apunta a la realidad, que esa experiencia de separación, esa experiencia de que soy real, que hay algo mal y que necesito hacer algo al respecto, es ilusoria. En realidad, ESTO es todo, esto es completo. No falta nada, no hay carencia real, no hay necesidad real de que suceda nada.

Este compartir no tiene autoridad. Así que esto que está aquí arriba no les está diciendo nada a nadie. No hay nada que necesite ser dicho. Esta es una respuesta a la pregunta aparente de la experiencia, de que algo necesita suceder. La respuesta es: "No, no hay nada que necesita suceder".

La solución o el final de la búsqueda no es un hallazgo. Esa necesidad de encontrar algo nunca queda satisfecha; nunca sucede. Si lo hace, es muy temporal. Encuentro algo y tengo miedo de perderlo; encuentro algo y estoy tratando de aferrarme a ello; estoy intentando algo y estoy tratando de mantenerlo. Nunca está satisfecho. El final de la búsqueda es el final del buscador, es el final de la experiencia, que “esto” es real.

Lo que queda es lo que obviamente es todo: ESTO. Esto no necesita nada más, esto ya es todo lo que hay. Lo que sea que esté sucediendo, cualquier sentimiento, pensamiento, experiencia que esté sucediendo, esa es la totalidad que se busca. No es la totalidad que el individuo está buscando. No es la totalidad lo que busca el "Yo soy". Siempre estará insatisfecho con esto. Es una totalidad que está más allá de la búsqueda personal, más allá de la necesidad personal de algo más o u otra cosa.

ENSAYO

NO SÓLO ES “LO QUE ES” TODO, TODO ES LO QUE ES.

EL NO-DUALISMO NO TOMA PRISIONEROS

Este artículo sugiere una perspectiva simple y literal del No-dualismo que no es ni espiritual ni terapéutica; sino más bien, como una declaración de no-separación, que es inalcanzable. La sugerencia es que no hay una separación real, la no persona. La separación es sólo aparente y la persona es ilusoria. No hay separación real que superar, no hay un todo en que convertirse. El no-dualismo no se ve como una declaración positiva de lo que debería ser, ni es una declaración negativa de lo que no debería ser. Sino más bien una declaración sin carga positiva o negativa de “lo que es” ya.

No se puede describir el no-dualismo o la no-separación, "esto", es un desconocido. No hay una posición separada para describirlo. Apunta a una realidad que es simultáneamente vacía y todo lo que aparece;  todo lo abarca es ilimitada, fuera de tiempo y completa, un todo, incondicional,  desconocida. La no-separación es una libertad increíble, inaccesible, una libertad comprometida que ya es. No hay descripciones de una condición, pero “lo que es”, ya es, cuando la condición personal se desenreda. Como la persona ilusoria solo puede encontrar valor en lo que puede tener o conocer.

Esta condición –menor libertad- que nunca se encuentra pero aparentemente se pierde, continuamente es anhelada y se pasa por alto por ser misteriosa.

La experiencia de la separación real, que es el nacimiento de la experiencia del "Yo soy", es simultáneamente una insatisfacción de la necesidad de saber y el sentimiento de que algo necesita suceder. Es exactamente la necesidad de saber, que el libre misterio de “lo que es” parezca fuera de nuestro alcance. Este mensaje de no-separación no satisface de ninguna manera las expectativas o necesidades del que busca, lo debilita.

Por lo tanto, cuando se escucha este mensaje, la energía del buscador puede reaccionar de maneras diferentes. Una es rechazarlo de inmediato, ya que no refleja su experiencia de sí mismo ni cumple con ninguna de sus expectativas de lógica o la necesidad de encontrar algo más; algo mejor o más. Puede malinterpretar lo que se sugiere y atacar su malentendido. Los conceptos pueden ser bastante extraños a las expectativas del buscador. O puede creer en los conceptos que lo hacen sobre sí mismo y, por lo tanto, inevitablemente (aunque falsamente) creer que el no-dualismo apuntan a una realidad separada de "lo que ya es" y, por lo tanto, una filosofía para aplicar o una realidad deseable en la que convertirse. Todas estas reacciones son funciones de la experiencia personal, no hay libre albedrío ni elección involucrada. 

Por supuesto, la realidad que se sugiere no está limitada a los conceptos ni es simplemente una comprensión filosófica. Este artículo apunta a "lo que es" como a la "incondicionalidad", que nunca es reconocida por el "Yo soy". Sin embargo, este mensaje puede ser "escuchado" y cuando es escuchado, no es el "Yo soy" el que lo escucha, sino que el mensaje suena verdadero con algo in-identificable, una respuesta simple pero profunda, un sí no-concebido de nadie.

 “Lo que ya es” no es nada para el “Yo soy” que busca energía, que busca algo conocido. Como el “Yo soy” y la experiencia real de la separación son ilusorios y lo que verdaderamente se anhela nunca se pierde, cualquier búsqueda personal para superar la separación o encontrar lo que ya es, es absolutamente inútil.

Una perspectiva que surge de una ilusoria separación "real"  sugiere, que el esfuerzo personal, como estar consciente o ser más consciente, ser consciente o más consciente, estando en el ahora o estar presente puede guiarnos al fin de la separación. Estas sugerencias en esencia toman prisionero al buscador. Confirmando la esperanza, de que lo ha anhelado será o podrá ser encontrado a través del esfuerzo personal. Sin embargo, ninguna experiencia, realización o proceso adecuado podría conducir a la disolución de la ya ilusoria experiencia de separación "real". El “Yo soy” está atrapado sin remedio y sin elección en un sueño de proceso personal, en sus esfuerzos por encontrar algo para sí mismo, perdiendo así lo que ya es: libertad irreconocible.

El fin de la experiencia “Yo soy” es el reconocimiento de que nunca hubo uno. La separación real es un sueño.

Con este reconocimiento, la necesidad de comprometerse con las expectativas de llegar a ser de los buscadores, naturalmente también termina. La aseveración de que lo verdaderamente es anhelado se encontraría o podría encontrarse como resultado de un proceso, está completamente desviada. Nada lleva a “lo que es“. La no-separación nunca se realiza, se encuentra o se conoce. Pero puede ser reconocida por ninguno en la caída de la experiencia ilusoria de la separación real.

El fin de la búsqueda no es el logro de la necesidad individual de respuestas acerca de que es la vida, que es la muerte, ni tampoco es la satisfacción de la necesidad del sentido y propósito. Es el fin de la necesidad de saber, que es el fin  de cuestionarse y buscar respuestas como el fin de la no-causa del que se cuestiona que nunca fue. El final de algo que nunca sucedió. Ya no hay dos. La separación real es un sueño.

El no-dualismo no toma prisioneros.